Es importante que nos planteemos la posibilidad de aislar mejor nuestras ventanas ahora que llega el frío, ya que supone muchas ventajas tanto en calidad de vida como para nuestros bolsillos. Por ello, vamos a proponeros algunas alternativas muy interesantes para aislar ventanas correderas, ya que son las más utilizadas además de que también suelen dar más problemas de aislamiento.
Ventajas de aislar las ventanas
Contar con un buen aislamiento para nuestras ventanas, es una forma magnífica de poder disfrutar de numerosas ventajas como las siguientes.
Reducimos la factura de la calefacción y el aire acondicionado.
Permite mantener estable la temperatura interior en la vivienda.
Evita el paso de la humedad o la sequedad excesiva.
Ayuda a prevenir las corrientes.
Es una buena forma de reducir los ruidos del exterior y del viento.
También es una buena forma de mantener el aire interior más limpio.
Trucos para aislar ventanas correderas
Pero para aislar ventanas correderas, seguramente estarás pensando que vamos a tener que realizar una obra complicada, costosa y con considerables molestias tanto para nosotros como para nuestros vecinos, y nada más lejos de la realidad, ya que tenemos la posibilidad de realizar unos trucos muy sencillos con los que conseguiremos mejorar el aislamiento de la ventana, los cuales os detallamos a continuación.
Lo ideal es contar con ventanas de doble cristal, pero si no quieres gastar dinero, puedes optar por revestir con film transparente cada vidrio con lo que mejorarás el aislamiento sin estropear la vista.
Si los vidrios no están bien fijos en el marco, puedes añadir una junta para ventanas o silicona directamente. Asegúrate que sea neutra y para exterior. Así evitarás también vibraciones y el vidrio se mantendrá en buenas condiciones más tiempo.
Instalar unas buenas cortinas es una forma interesante de conseguir una mejora sustancial. Deberán ser gruesas y de un buen material, reduciendo de forma considerable la entrada del frío exterior.
Debes asegurarte de que las ventanas cierran bien, y en caso necesario, lo ideal es aislar todo el cerco. Para ello no tenemos más que colocar un burlete que se adhiere fácilmente y nos garantiza un cierre mucho más estanco.
En el caso de que la ventana presente desperfectos en sus márgenes (el contacto de la ventana con la obra de cerramiento), es importante que los corrijas. Esto lo puedes hacer fácilmente con una masilla apropiada, pero siempre saneando la zona. Es decir, debemos retirar todo el material que no esté en perfectas condiciones, rellenamos el hueco y alisamos bien. Nos puede servir la espuma de poliuretano expandido, pero cuidado con dos cosas: recorta las partes sobrantes cuando ya esté seca, pero que todavía no haya secado del todo, o será muy complicado; y no eches más espuma de la cuenta (recuerda que aumenta su volumen de forma considerable), ya que así evitarás una excesiva presión entre el marco y la obra.
Con estos trucos, a partir de ahora vais a poder sellar cualquier ventana, prestando especial atención a las correderas, ya que son más propensas a dar problemas de esta índole.
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